¿Cómo ayudar

Muchas personas y animales sufren todos los días. Hay muchas maneras de ayudarlos, pero eso depende de reconocer su situación y entender cuál es la mejor manera de ayudar. Ser compasivos y hábiles no es suficiente, también necesitamos ser generosos con nuestro tiempo y tener autodisciplina, paciencia, perseverancia, concentración y sabiduría. Muchas acciones no solo ayudan a quienes lo necesitan, sino que también nos ayudan a romper nuestro caparazón de soledad y a que nuestra vida sea más significativa.

Hay muchas maneras de ayudar a los demás. Un pequeño gesto, como una sonrisa en el momento adecuado, un saludo conveniente o un oportuno golpecito en la espalda pueden tener efectos que quizá no imaginas.

Pequeños gestos como estos, que mejoran nuestro entorno, ¿Qué nos cuestan? Nada. A veces incluso los hacemos y no nos damos cuenta. Como éstas existen muchas otras cosas que podemos hacer sin esfuerzo en nuestro día a día, para ayudar a los demás, para mejorar un poco nuestro mundo y, sobre todo, para ser más felices, estar mejor y más a gusto con nosotras y nosotros mismos.

Escuchemos más

Parece bastante simple, ¿verdad? Escuchar atentamente los unos a los otros nos hace sentir amados y apreciados. En una era donde la capacidad de prestar atención a los demás se ha convertido en un reto, puesto que todos buscamos ser escuchados, es importante ser conscientes que escuchar abiertamente nos ayuda a aprender y a conocer las necesidades de nuestro prójimo. Cuando conocemos las opiniones y necesidades de los demás, podemos impulsar causas de justicia social que hacen el bien a las comunidades alrededor del mundo.

Promovamos la diversidad

La diversidad enriquece nuestra humanidad. Cuando amamos la diversidad de culturas, razas, idiomas y religiones, podemos comprender las causas sociales que se conectan con las necesidades de otras personas en el mundo.  Te invitamos a visitar nuevas comunidades, a aprender un segundo idioma, y a conocer personas de otras culturas y religiones.

Cooperar con centros de acogida y hospitales

En las instituciones de acogida de niños en condiciones de precariedad familiar o económica siempre se necesitan voluntarios que compartan algunas horas con los pequeños. Leerles cuentos, participar en actividades lúdicas o, simplemente, conversar con ellos y consolarlos puede significar una gran diferencia para su futuro.

Si cuentas con la habilidad de sonreír y ser empático con los que sufren, los hospitales suelen necesitar voluntarios que lleven alegría a los enfermos.

Dar ayuda material a los desfavorecidos

Es bueno dar donaciones a instituciones de caridad, pero también es importante dar a los mendigos que encontramos en la calle. Necesitamos superar cualquier recelo que tengamos, especialmente si el mendigo luce tan sucio y poco atractivo que ni siquiera queremos mirarlo, menos sonreírle o tratarlo con respeto. Imaginemos si esa persona que vive en la calle fuera parte de nuestra familia ¿Cómo podemos simplemente evitarlos con frialdad, como si fueran un pedazo de desecho maloliente?

Devolver los favores

Hay iniciativas, como las cadenas de favores, que han dado la vuelta al mundo. Se trata de acciones puntuales en las que una persona ayuda a otra a salir de una situación complicada. Después, se le pide que retribuya el gesto ayudando a otra. La recompensa es la satisfacción de devolver el favor recibido.

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“El propósito de la vida humana es servir y mostrar compasión y voluntad de ayudar a los demás.”
Albert Schweitzer
Cuéntanos que sientes cuando ayudas, tu testimonio animará a otras personas a ayudar.